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No solo de
cosméticos vive la piel. Una dieta correcta,
rica en vegetales y frutas, es el primer paso para lucir
un cutis bonito y una epidermis cuidada y bien hidratada.
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Más
fuerte de lo que parece, pero a la vez más sensible de
lo que creemos: así es la piel, una auténtica barrera
protectora del organismo. Estamos acostumbrados a limpiarla y
cuidarla con geles, cremas y cosméticos. Sin embargo, la
belleza y salud de la piel reside en una alimentación equilibrada
y variada, rica en ciertas vitaminas y minerales.
Una forma
de llevar este tipo de dieta es consumir altas dosis de frutas
y verduras, algunas de ellas, por su composición nutricional,
son especialmente adecuadas para proteger la piel y mejorar su
aspecto.
Los
mejores antiarrugas
Las frutas
y hortalizas de color amarillo y anaranjado, y las verduras de
hoja verde contienen buenas dosis de los precursores de la vitamina
A, es decir, de betacarotenos. Esta vitamina es indispensable
para la formación de los tejidos, las mucosas y las células
de la piel. También contribuyen a frenar la acción
de los radicales libres y, por tanto, el envejecimiento cutáneo
y de otros órganos.
Por eso, es
conveniente consumir frutas como el melocotón, el albaricoque,
el melón y el caqui, y verduras como la calabaza, la zanahoria,
la acelga, el perejil, el berro, la col, la espinaca y la escarola.
Sus concentraciones
de vitamina A varían desde los 1100 microgramos por cada
100 gramos de producto de zanahorias y perejil a los 583 microgramos
de las acelgas, pasando por los 830 de las coles o los 816 de
las espinacas. En el apartado de las frutas, los melocotones contienen
73 microgramos, el caqui 100 y los albaricoques 298.
Antioxidantes
naturales
Los cítricos,
los kiwis, las frutas rojas, las fresas, los berros, la familia
de las coles y el perejil son alimentos ricos en vitamina C. Además
de su papel antioxidante, todos son imprescindibles para la buena
cicatrización de las heridas e intervienen en la producción
del colágeno, que otorga elasticidad a la piel y hace que
se deteriore más despacio.
Cutis
luminosos con vitamina E
Además
de las frutas y verduras frescas, es aconsejable consumir frutos
secos. Una ración diaria, no muy grande, es suficiente
ya que aportan muchas calorías. Son ricos en vitamina E,
igual que los vegetales de hoja verde y las frambuesas.
Las almendras,
nueces o pistachos, junto a las verduras y frutas mencionadas,
consiguen reducir la oxidación celular, el envejecimiento
de la piel, a la que proporcionan elasticidad, e incluso pueden
ir bien contra las manchas cutáneas. Además, las
nueces y las avellanas son ricas en cobre, que actúa como
antiinflamatorio, mejorando trastornos cutáneos de este
tipo, además de intervenir en la síntesis de la
elastina.
Otra variedad
recomendable para mantener una piel bella y luminosa es el plátano.
Se trata de una fruta rica en zinc, un microelemento antioxidante,
que mejora la renovación de las células cutáneas
y que además las tonifica.
El brécol,
por su parte, atesora buenas concentraciones de magnesio, que
contribuye a expulsar los tóxicos del organismo, lo que
sin duda se nota en la piel. También posee propiedades
antiestrés. No debemos olvidar al tomate, una hortaliza
muy consumida, que aporta un pigmento con cualidades antioxidantes:
el licopeno.
¿Y
cuando llega el calor?
Con la llegada
del buen tiempo dejamos ver más nuestra piel y apetece
especialmente mostrarla bonita y luminosa.
Todas estas
frutas y verduras ayudan a conseguirlo, pero es necesario que
formen parte de la alimentación durante todo el año.
También es imprescindible mantener el cuerpo y la piel
bien hidratados, bebiendo al menos 2 litros de agua diarios.
Una buena
vía para lograr la hidratación y los nutrientes
beneficiosos para la piel la constituyen los zumos naturales,
tanto de frutas como de verduras. Cuando el calor aprieta resultan
muy apetecibles y son menos pesados de tomar. |
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